domingo, 14 de novembro de 2010

Ileana



Siempre a la marcha

la payasa con raices.

Me habla de las madres

que tambien marchan

por la casa Rosa,

gritando para

la noche de los lapices

gritando para

los desaparecidos (presente)

gritando para

el derroto, por favor, de la

escuela de las americas

que sigue pulsando com un

ugly, American, wart.

Pero vos, mi Ileana,

nunca gritaste.

Sonreiste por todo

y compraste plantas para la casa

me invitó dibujar en las paredes

y jugabamos como niñas

que no conocen a Henry Kissinger.

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